En 1984, durante el COU. (Curso de Orientación Universitaria), decidí que poco importaba los estudios que emprendiera, porque
« Primeramente hay que ser poeta,
y ser poeta es no ser lo que eres... »
y así me licencié en Derecho, en la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID, comprobando tras años de práctica, lo cierto y lo vigente de la frase del filósofo romano (nacido en Bética, península ibérica) Lucio Anneo Séneca:
"Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad".
He comprobado, tras años de experiencia profesional y vivencial, que la poesía no solo cura llagas y adormece el dolor en el presente, sino que es, mientras exista, el horizonte claro del futuro.
Madrid Febrero de 2010. (Texto de la autora).
© Mª Ángeles Fernández Jordán
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Poemas
LA REVOLUCIÓN
La revolución
tiene papel de seda,
muñecos de peluche
y un gorro de visera.
No hace sangre ni fuego,
no corre con las balas
ni desploma su cielo.
Su balbuceo en el aire
es risa y es ternura,
y vuelo de las aves
que se aman y se arrullan.
No destroza la vida
ni encorseta las mentes,
se ríe como una niña
con todo lo que siente,
porque asiente a la vida,
la cuida y la consiente.
Enero de 1999
© María Ángeles Fernández Jordán
Video de You Tube
Eloy Boan canta este poema:
http://www.youtube.com/watch?v=2jzBLZkf-cY
EL DEBER SER.
El amor debería ser como el agua,
que se ensucia y que nunca llueve manchada.
El amor debería ser como ella,
manantial de la vida, simple y eterna.
Pero es que al agua, la eleva el sol,
y al amor, lo eleva, solo el amor.
Julio de 1988 © María Ángeles Fernández Jordán
Yo pinté una vez primera
un garabato feliz,
y me fui a llorar apenas
vi aquello distinto a mi.
Por vez segunda pinté
un lago sobre aquel llanto,
y lo hice mar al querer
extinguirlo con mi canto.
Quise dejarlo ya quieto,
y lo até a un punto sobre él,
y pinté el sol, el silencio,
la nube, el atardecer
mi sombra y mi pensamiento,
y mi duda, y mi quehacer...
y al emborronarlo todo
de negro y de oscuridad,
pinté a Dios que simulaba,
mientras soñaba, pintar.
1986 © María Ángeles Fernández Jordán
Dibujo realizado y dedicado en 1989, en Madrid, a María Ángeles Fernández Jordán por el pintor y dijujante Ezequiel López.
"Revivir Esperanza"
La esperanza estaba equivocada.
No quiso atender ruegos,
y encendida,
como la luz del fuego,
casi hastiada,
se consumió en la noche.
La esperanza murió,
ni los reproches
acudieron a pie para plañirla.
Allí estaba marchita, con su herida,
nadie supo por cuál camino fue
de consumo abatida.
Nadie posó su roce
en la límpida lápida de brisa,
nadie escribió su nombre
ni le ofreció un sermón por la desdicha.
Sin que nadie llamara
a alguna puerta altiva,
sin que nadie apresara
ni una palabra esquiva,
y sin saberlo,
aparecieron carros
por un camino alado y sin sosiego,
con mendigos, gitanos,
inmigrantes, parados, jornaleros,
desahuciados sin techo,
y apenas sin cimientos:
estaban condenados a galeras,
en los tiempos presentes de esta era.
Nunca cruzaron mares,
pero sí las ciudades,
embargados sus lechos,
cadenas en sus pechos,
disueltas por sus firmes voluntades.
Sin que nadie llamara
a alguna puerta altiva,
sin que nadie apresara
ni una palabra esquiva,
y sin saberlo,
han encendido el fuego que ya fuera,
y revivido aun más relampaguea,
a la intemperie siempre donde el miedo
prende la lumbre, para espantar las fieras.
© María Ángeles Fernández Jordán. Abril de 2000.
Poema publicado en:
Quisiera ser un jardín
que pueda oler a romero,
quisiera ser un país
sin banderas ni gobiernos,
quisiera, sí, yo quisiera
poder decir lo que siento,
y así quedarme vacía
de imposiciones y miedos,
y llenarme de ternuras,
de libertad y de cielo.
© María Ángeles Fernández Jordán.Mayo de 1982
SER
Yo no se que es lo que pasa
en esta tarde de otoño,
luce el sol, se mueve el plomo
diseminado del viento,
y los árboles desarman
su soledad.
Caen las palmas
de sus manos resecadas
sobre la tierra: cimiento
de tanta raíz informe
de vegetal y cemento.
Faltan horas... Se verá
la Luna sobre los cielos,
como la diosa inmortal
de todos los que aman sueños.
Mas luce el sol, yo no se
ni siquiera lo que ocurre,
si es que ocurre, veo nacer
cada noche.
El mar me infunde
su ser, porque el agua es
la esencia de lo que vive.
Y yo vivo, lo que se,
es vivir y renacer,
y solo ser me hace libre.
Eso es ser, saber que eres
solo un segmento del tiempo,
un grano de arena inerme
y perdido en el desierto.
Un ala leve que al alba
avala al ave en su vuelo.
Un rayo de luz huido
entre las rejas de hierro.
Eso es ser: porción de trueno
que destrona la apatía
del silencio, del sosiego...
Pues ser es saber que muero
disfrutando la partida,
sin saber si existe un cielo,
y tan repleta de vida.
© María Ángeles Fernández Jordán, Octubre de 1993
CANTOS DE UTOPÍA
Háblame de un sueño,
me dijo un niño triste una mañana,
háblame -me dijo-,
tras sus ojos azules de alborada.
Me puse el manto de la primavera
de tiempos de lejanas escrituras,
trencé mi pelo con flores de azucenas,
y me empolvé la cara de blancura.
El sol caía despacio
por la loma del arco donde gira,
y al son de mis canciones desplomaba
un rayo de amapola enrojecida.
Se despidió la tarde embriagadora
y apareció la luna soñolienta
oculta tras su velo de inocencia,
mas yo seguía cantando
las voces de los cantos encendidos,
a aquel niño soñado
que aparece ante mi
siempre que escribo.
© María Ángeles Fernández Jordán. Enero de 1986.
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Poemas dedicados a María Ángeles |
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Poema dedicado a María Ángeles Fernández Jordán por la escritora Marian Muiños Muiños:
Si fueras un hombre,
con tu perfil romano...
serías soldado.
Tan osad@ serías,
que en vez de luchar por el César,
lucharías, sí,
contra la pobreza
que impunemente nos pesa
como espada en la cabeza,
cual Damoclecracia,
por la obra y por la gracia
de tu talento, poeta.
Autora: Marian Muiños Muiños Muiños
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